Ultima emociones de mayo: Ilusión y entusiasmo



 Ya vimos que el entusiasmo es la exaltación del ánimo por algo que causa interés, admiración o placer (Mostró mucho entusiasmo al enterarse de la noticia). También es poner mucho interés en algo, que nos lleva a poner en su logro mucho esfuerzo y empeño (Puso todo su entusiasmo en conseguirlo). Para los griegos, el entusiasmo es "el despertar del dios que tenemos dentro". Cuando nos dejamos llevar por él, nos sentimos todopoderosos. Entonces, el entusiasmo suena como una música, porque el corazón late a un ritmo especial. Animados por esa música, fácilmente llegamos a la euforia.

El entusiasmo puede entenderse como el motor de nuestro comportamiento. Quien está entusiasmado con algo, se esfuerza y muestra una actitud positiva.

La felicidad y el bienestar interior se asocian al entusiasmo, por lo tanto ¡pongamos entusiasmo en nuestras vidas! Es cierto que hay acontecimientos que nos ayudan a sentirnos entusiasmados, pero más cierto es que el entusiasmo puede surgir sin que existan motivos específicos o concretos. Cuando tenemos una actitud alegre y positiva, solemos afrontar el día con un entusiasmo espontáneo, que parece ser un rasgo de nuestra personalidad.

Os aconsejo tener cuidado con el estilo de vida moderno, tan vinculado al consumismo, que puede conducirnos a una espiral de inconformismo y decepción ante la idea de no poder alcanzar nuestros objetivos, tanto a nivel emocional como profesional. Por tanto, no debemos permitir que la sociedad nos dicte cuáles son nuestras necesidades o qué nos debe hacer felices. Si estas elecciones no son propias, llegará un punto en que perdamos nuestro entusiasmo y nuestra realidad se desmorone. En cambio, si escuchamos a nuestra voz interior, sabremos cuáles son nuestros objetivos y necesidades reales, por las que lucharemos cada día con entusiasmo.

La ilusión es la esperanza de que se cumplirá algo que deseamos. Tener ilusiones es una de las mejores maneras para disfrutar de la vida y hacer las cosas con energía.

El emocionario nos hace una pregunta que nos hace reflexionar: ¿Las cosas tienen ilusión o nosotros ponemos ilusión a las cosas? Podemos ponerle ilusión a casi todo: a tener un hermano, a celebrar nuestro cumpleaños, a ir al colegio, a jugar con los amigos... ¡Hasta a hacer los deberes! Estuvimos hablando bastante sobre esto. ¿Cómo creen mis alumnos que voy yo al colegio todos los días? Estuvieron todos de acuerdo que con ilusión (¡uf! ¡menos mal! :-) ¿Habría el mismo clima en el aula si no pusiera ilusión a las cosas que hacemos día a día? ¿Tendríamos un aula bonita, decorada y ordenada? ¿Disfrutaríamos cada día de todo lo que aprendemos? Está claro que no. Con eso no quiero decir que nuestra clase sea un lugar idílico donde todo es maravilloso el 100% del tiempo. Por supuesto, tenemos mejores momentos y peores. Y como en toda convivencia, se generan conflictos que aprendemos día a día a resolver. Hay días de más y de menos paciencia, por su parte y por la mía, porque eso es inherente al ser humano. Y días más y menos ajetreados. Pero eso no quita que yo, cada día, voy al trabajo con ilusión. ¡Porque cada día es una oportunidad nueva de aprendizaje y de crecimiento personal! La ilusión es, por tanto, un ingrediente con el que damos sabor a la vida. El menú nos lo vamos a tener que comer igual.

Fichas de trabajo:

Entusiasmo

Ilusión

Audiciones:

Pieza musical del Entusiasmo: Locally Sourced (Jason Farnham)

 

Pieza musical de la ilusión: Sentimental (Kenny G)

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