Hablamos de poesía: Limerick y Nonsense, poemas disparatados

Hola queridos Poetas Confinados. Un abrazo

A bordo!!! Poetas a Rimar!!!!

A nadar entre palabras!!!

Seguimos en este ultimo tramo del curso, enviando fotografías y vídeos de esos poemas tan originales. Nos da fuerza, seguir regalándonos sueños, poemas, rimas y todo artefacto poético. Gracias.



Hoy vamos a hablar de unos poemas un poco locos: Nonsense y Limerick.

El limerick es una forma poética muy conocida en el mundo anglosajón. Está formada por cinco versos, AABBA. Los dos primeros y el quinto son endecasílabos (once sílabas) , mientras que tercero y cuarto tienen siete sílabas cada uno. Su verso final era una especie de conclusión, por lo general variante del primer verso, que terminaba en la misma palabra.

Su temática es humorística y disparatada, a veces escatológica y absurda en muchos casos.Trasgresora y con tintes de humor de las Islas Británicas.

 Fue popularizado por el escritor y poeta Edward Lear en el siglo XIX.





“El sinsentido y lo infantil se derivaron por sí solos. Los niños aman la repetición, y aquí la repetición era casi completa. ‘Había un viejo en…’ o una dama, o un joven. Los cuentos infantiles también empiezan con una fórmula: ‘Había una vez…’, a partir de la cual se abre un imprevisto, a veces inquietante, que puede llevar muy lejos (…). El sitio al que llega el ‘había una vez’ del limerick es instantáneo; contiguo, y a la vez imprevisible y lejano. Con el primer verso está todo dicho; lo que le suceda a ese personaje dependerá de la rima. El segundo tramo, la segunda rima, es la peripecia. El último verso, al repetir el primero, desmiente la historia; todo queda como estaba, y en realidad todo estuvo siempre como estaba: mientras sucedía el relato, todo permanecía en su lugar. En cuanto al sinsentido, es eso precisamente: el relleno a presión con elementos de sentido de un marco fijo preestablecido.”

Muchos autores consideran al limerick intraducible. En ellos el significante, la sonoridad y el ritmo prevalecen sobre los sentidos, o mejor dicho los determinan. 

Por eso hemos recogido aquí los mas reconocidos en lengua castellana: los de Mª Elena Walsh, maestra de la poesía argentina y que realizo un libro ya clásico:" El zoo loco" donde María Elena va un poco más allá, realizando adaptaciones a la lengua española de los limerick ingleses:

«En Tucumán vivía una tortuga
viejísima, pero sin una arruga,
porque en toda ocasión
tuvo la precaución
de comer bien planchada la lechuga.»

 María Elena Walsh se sumerge en el universo literario de la infancia y lo reconstruye para siempre: “Escribir para chicos fue una tarea de reconciliación con el paraíso perdido, una búsqueda de raíces, otro viaje en el tiempo”.


Así, entre folklore y limerick, chanson y cabaret, con un oído en su tierra y el otro en Europa, Walsh construye un nuevo lenguaje. Sin subestimarlos, a los niños les habla con desparpajo e inteligencia; a los adultos, por momentos, se dirige con modos infantiles. Porque María Elena Walsh se sentía despojada, había mudado varias pieles y le quedaba mucho por decir. Y lo que tuvo por decir eligió hacerlo a contracorriente, huyendo del peso del convencionalismo y apostando por la imaginación, la experimentación y el juego.
El Zoo Loco



Los limericks de María Elena Walsh reunidos en su libro Zoo Loco, con ilustraciones de Ruth Varsavsky, salieron publicados por primera vez en 1964. 

A diferencia de los Limericks de Lear, los de María Elena Walsh tienen por protagonistas a los animales y éstos no necesariamente son situados en un punto geográfico en el primer verso. También a diferencia de Lear el último verso del poema no repite al primero. De este modo la brevísima anécdota logra extenderse y concluir recién en el punto final.

Un canario que ladra si está triste; una pava con fama de letrada; un elefante con la trompa por detrás; una trucha que nada en agua no mojada… Una galería, un zoológico mejor dicho, de animales excéntricos, imposibles, surrealistas, delirantes.

La infancia como interlocutor y como excusa para jugar con las palabras, imaginar locuras y darse permiso para decir tonterías. Poemas que se desligan de la tiranía del sentido, juguetes hechos con palabras. Los limericks de Zoo Loco fueron y continúan siendo revolucionarios en el campo de la poesía infantil argentina




Otro ejemplo del Limercick y el Nonsense traducido del mundo norteamericano:
"Donde el camino se corta", de Shel Silverstein.






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