200 Años de un museo excepcional: El Museo del Prado



En 2019 celebra su Bicentenario, y lo hace reflexionando sobre su historia pero con la vista puesta en el futuro. La idea motriz de toda la programación de actividades es celebrar este espacio, según recogen en su web, como el gran regalo que se ha dado la nación española y explicar cómo, a consecuencia de acontecimientos sociales y políticos, una colección privada concebida para deleite de unos pocos acabó convirtiéndose en la principal institución cultural de todos los españoles.



El Museo, lejos de permanecer anclado en su extraordinaria colección, trata de innovar cada año en distintos campos, como demuestra su apuesta, por ejemplo, en el mundo del cómic, apoyando su difusión y editando distintos proyectos que han sido realizados por importantes autores.

Siguiendo el ejemplo de otras grandes pinacotecas europeas, como el Louvre en París, desde 2016 potencia la reflexión y reinterpretación de las obras que componen su catálogo a través de algunos de los más importantes creadores contemporáneos de la viñeta. Las primeras historias publicadas fueron El tríptico de los encantados, del Premio Nacional Max, y El perdón y la furia, del también galardonado Altarriba y Keko; títulos a los que siguió Idilio, la novela gráfica de Javier Montesol inspirada en el trabajo que Mariano Fortuny hizo sobre Tánger, que se exhibirá en la pinacoteca desde el mes de noviembre gracias a la exposición Mariano Fortuny (1838-1874).




Igualmente, en el marco de la celebración del Bicentenario, el Museo ha publicado un nuevo cómic que narra las historias cotidianas de esta institución -y algún suceso extraordinario- con dosis de emotividad y ternura. Historietas del Museo del Prado es un proyecto de Sento, basado en una idea de José Manuel Matilla, jefe de Conservación de Dibujos y Estampas y responsable de la línea editorial de cómics del Museo del Prado, que consta de siete relatos, se inicia con la ficción de la visita de Goya el primer día de apertura y continúa con historias reales sobre los visitantes, los vigilantes, los restauradores, los conservadores, los directores, las visitas oficiales, la prensa y las exposiciones.

De esta forma algunos de los principales museos europeos están sondeando nuevos lenguajes con la intención de acercarse y seducir a otros sectores de edad, y entre ellos el cómic es el más atractivo a la hora de reinterpretar las principales obras que albergan en sus catálogos.

Esta y otras pinacotecas, reales o imaginarias, también han servido como fuente de inspiración o como escenario para otras tramas orientadas al público infantil y juvenil, hemos recopilado algunos de los títulos más célebres de los últimos años.

(Fuente Canal Lector)














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