¡¡¡¡Los jueves en la Biblioteca de nuestro colegio, hay ajedrez!!!!!

El ajedrez desarrolla la inteligencia, la atención, la paciencia y además es un juego.




 300 colegios públicos y privados ya tienen el ajedrez es asignatura obligatoria, siguiendo la recomendación que hizo en 2012 el Parlamento Europeo.

1. Ayuda a desarrollar la inteligencia

Según el informe de Leontxo García, que recoge los datos de estudios publicados en varios países, “los niños ajedrecistas desarrollan más la inteligencia y logran resultados académicos mejores (en un 17% por término medio) que los no ajedrecistas, especialmente en matemáticas y lectura (precisamente los dos campos donde los alumnos españoles fallan más, según el Informe Pisa)”.

Por poner otros ejemplos: un informe de la Kasparov Chess Foundation recoge los resultados de diversos estudios que muestran cómo el ajedrez mejora la creatividad, la solución de problemas, la memoria y la concentración. Otra prueba realizada en varios colegios italianos muestra que este juego contribuye a la mejora del rendimiento académico.

2. Y no sólo la inteligencia

Miguel López, que ha sido profesor de ajedrez, explica que este juego ayuda a los niños a mejorar “su capacidad de concentración y también a madurar. Ven que los actos tienen consecuencias y esto les ayuda a no ser excesivamente impulsivos”. Por ejemplo, normas como pieza tocada, pieza jugada ayudan a pensar antes de actuar.

Leontxo García lista en su informe las cinco inteligencias que el ajedrez desarrolla (de las ocho de la clasificación de Howard Garner): lógico-matemática, lingüística, espacial, intrapersonal e interpersonal.

3. Es bueno para los pequeños

“Cuanto más pequeños, mejor, porque va a influir en su capacidad de reflexión y en su paciencia. Aunque no puedes exigirles que jueguen una partida de tres horas”.

 se usa para aprender “a calcular, a visualizar, a tener un poco más de rigor mental, a solucionar problemas”. También es útil en la formación de valores: “Respetar las ideas de los demás, responsabilizarse de sus propios actos, aprender a ser más tolerantes, más pacientes, a tener un poco más de humildad” y a recordar que “si pierdes hoy, mañana te levantas y pones otra vez las piezas".

4. Es bueno para los mayores

“La práctica frecuente del ajedrez retrasa y mejora el envejecimiento cerebral, y podría prevenir y retrasar el Alzheimer”, explica Leontxo García, que califica el juego de “gimnasio mental”.

5. Es un juego

El juego es la forma que tiene el niño de aprender a relacionarse con el mundo, mejora las habilidades sociales y la imaginación, y fomenta la creatividad, además de ayudarle a aprender normas sociales y a sobrellevar la frustración: “En el ajedrez se pierde, como en cualquier juego, y no pasa nada”, nos cuenta López.

“De entrada, es más divertido que una clase”

6. Pero no es un juego cualquiera

El juego siempre tiene efectos positivos para un niño, pero el ajedrez tiene otras ventajas sobre el bridge, por ejemplo, que se estudia en muchas universidades por su relación con las matemáticas: “No hay factor suerte”, apunta López, recordando que los jugadores no dependen del reparto de cartas ni del resultado de una tirada de dados. “Y además hay multitud de variantes. No hay dos partidas de ajedrez iguales”.

Leontxo García añade que su infraestructura es barata, que es universal, que cuenta con más de 15 siglos de historia y, sobre todo, que tiene “conexiones muy interesantes con el arte, la ciencia, las computadoras, la pedagogía y la psicología”. 





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