Semana del Antroxu 2017 primera parte























Visitando la pagina https://dondeenasturias.es/ descubrimos estas curiosidades:


Etimológicamente, proviene del latín “introitus” que significaba “entrada” (a la cuaresma). De ella derivó la antigua palabra castellana “antruejo” y, de ahí, a la asturiana “antroxu”.

De todos modos, sus inicios pueden ser anteriores a los romanos. Y es que hay documentación de que en todo el continente europeo, de norte a sur y de este a oeste, se celebraban fiestas semejantes y paganas (lo de las máscaras tiene mucho más de pagano que de cristiano).

En los concejos de Aller y Quirós se le conoce como “antroxo”, en Oriente, como “antroiro” y, más allá de Luarca (hasta el río Eo) como “antroido”.


 El Antroxu asturiano empezaba en navidad, cuando las primeras “máscaras” salían por los pueblos a pedir l’agilandu, ya fuera en especies o en metálico.

Fue prohibido oficialmente tras la Guerra Civil, que anuló ese tipo de celebraciones (aunque sobrevivieron el Guirria de Ponga y A Reisada en Ibias).

De todos modos, lo que pasó es que se redujo a 4 días: Xueves de Comadres, Domigu’l Gordu, y llunes y martes d’Antroxu.

Cuando se quiso (y se pudo) rescatar, a finales de los 70, tuvo una influencia importante llegada de Brasil y que influyó a multitud de festivales semejantes al Antroxu: el carnaval de Río de Janeiro.
El Xueves de Comadres es 100% asturiano aunque no está claro que su origen esté ligado al Antroxu. De todos modos, es interesante saber que existía como un día de “liberación” en el que las mujeres cobraban un protagonismo que normalmente tenían negado. Las Cigarrerres de Cimavilla, en Gijón, se reunían en las afueras de la ciudad (en la Providencia) para degustar casadielles y teresites. En La Pola Siero, subían a uno de los prados (al Malatu o al Picón) a merendar bollos preñaos y tomar sidra.
Pero atención, ¡también había los Xueves de Compadres!


Otro dato curioso es el entierro de la sardina, tradición venida de fuera de Asturias. En Llanes, no la entierran, sino que la tiran al mar. Simboliza el entierro de lo viejo para dar paso a la transformación.

Como todo evento asturiano que se precie, va incluída una fartura de las mayúsculas. Y más en esta ocasión, que antecede a la cuaresma donde el ayuno es el protagonista (vale, “lo era” pero cualquier excusa es buena para comer en plan festín).
En las mesas no faltan suculentos platos con gochu que terminan con un postre “light” para compensar: los frixuelos… sí, en plural, ¿o acaso sólo te permites uno? ;-)

Pero es más: como Asturias es gastronómicamente riquísima, en Occidente optan por las boronas preñadas de chorizo y buñuelos de viento rellenos de crema, y, en la zona de Luarca, por el rapón, una torta de maíz amasada con cebolla, trozos de chorizo y tocino recubierta con berzas y cocida al horno (vengaaaaaaaaaaa, a ver quién da más).

Naturalmente, no hay fartura sin folixa pero ¡cómo ha cambiado el asunto!


Antiguamente, para convertirte en la estrella de la comparsa, era suficiente con tiznarte la cara con hollín y vestir harapos. Tenías hasta nombre: “zaparrastro”. Compartías protagonismo con las “destrozonas”, hombres vestidos de mujeres que llevaban una escoba para ir dando escobazos, y mujeres vestidas de hombre. Y entonces, se hacían disputas, intercambiando los papeles, que tiene su gracia… (y seguro que salían mil topicazos).

Luego vinieron las máscaras (de tela, de cartón, incluso de madera). Y de ahí, a las 1001 opciones de ahora: de héroe a villano, de princesa a heroína, de buzón a carta… vamos, a lo que tu imaginación llegue.

Las comparsas del Antroxu siempre han animado las calles haciendo su cometido: armar el máximo bullicio ;-)

En la antigüedad, se ayudaban de cualquier cosa que hiciera ruido: pitos, cencerros, cacerolas.

A día de hoy, como hay más recursos, las fiestas que se programan llegan a ser más espectaculares. Además, ahora incluso hay concursos de disfraces, talleres para los más pequeños y multitud de espectáculos por la calle.

Vamos a destacar el “Descenso Internacional y Fluvial” de la calle de Galiana, en Avilés.


No todas las localidades celebran el Antroxu los mismos días, algo que no deja de ser curioso y que cierra nuestra lista.

Por ejemplo, centrándonos en “la Y”...

Gijón da el pistoletazo el Xueves de Comadres hasta el martes d’Antroxu.

En Oviedo, son el fin de semana siguiente, del viernes al martes.

Y en Avilés, lo alargan una semana…. Desde el miércoles sardinero (un día antes del Xueves de Comadres) hasta el entierro de la sardina. Oooooh.

¿La ventaja? ¡Pues que l’Antroxu se hace más largo y se puede disfrutar más tiempo! 

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