Día del Bibliobus, 28 enero 2017

Cuatro ruedas, un autobús repleto de libros y un mapa de carreteras.
Existen diferentes y extrañas maneras de hacer que un espacio se convierta en una maravillosa biblioteca. Un espacio para prestar libros, para hojear cómics,  en donde escuchar música.
Una cabina de teléfonos abandonada, un parque, una estación de metro, ...

El bibliobús es una biblioteca pública que, mediante una colección organizada y procesada de documentos, gestionada por personal capacitado y suficiente, con la ayuda de medios técnicos y materiales precisos y el apoyo de la base central de la que procede, se vale de un medio de transporte, de tracción propia o remolcado, para acceder físicamente, de forma planificada, predeterminada, periódica y publicitada, a lugares o grupos sociales ajenos a una prestación bibliotecaria estable, con el objetivo de hacerles partícipes de todos los beneficios de la biblioteca pública, incluyendo el acceso a Internet, también en zonas rurales y montañosas.

Éste es uno de los bibliobuses que a partir de 1973 recorrían los barrios de Oviedo, Gijón y Avilés.
 









Y éste es un bibliobús-remolque fotografiado en Avilés durante la construcción de la planta siderúrgica de Ensidesa, en los años 50.
En España el precedente de los bibliobuses hay que buscarlo en las bibliotecas viajeras. El proyecto más importante en este sentido fue el llevado a cabo por el Patronato de Misiones Pedagógicas durante la Segunda República Española. Se crearon cerca de 5.000 bibliotecas populares, fijas y circulantes.

La experiencia de este tipo que obtuvo un mayor grado de desarrollo e implantación la encontramos en Cataluña a través de las bibliotecas filiales (creadas con fondos públicos) y, por otro, las bibliotecas escolares circulantes (creadas con fondos privados).

En 1949, fruto de la labor de los recién estrenados Centros Coordinadores dependientes de la Dirección General de Archivos y Bibliotecas, la provincia de Soria organiza un servicio de bibliotecas viajeras.

Sin embargo el antecedente más cercano al concepto de bibliobús actual en España lo encontramos en el Servicio de Bibliotecas en el Frente puesto en marcha por la Generalidad de Cataluña durante la Guerra Civil Española. Esta iniciativa se llevó a cabo en mayo de 1938 con el objetivo de procurar la lectura a los combatientes, adaptando la carrocería de un camión y llenándolo con libros que recorrían frentes y hospitales de primera línea y retaguardia.















El 12 de febrero de 2015, el Consejo de Cooperación Bibliotecaria, órgano adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, donde encuentran representación todas las administraciones con titularidad en competencias en materia de bibliotecas, aprobó la pertinencia de celebrar el Día del Bibliobús, y de fijar su fecha en el 28 de enero, a propuesta de ACLEBIM. En esta fecha ya venía celebrándose desde 2013 por las provincias de León y Zamora.

Los bibliobuses españoles fueron galardonados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes con el Premio Nacional al Fomento de la Lectura, en su edición de 2013, personalizado en la figura de la Asociación de Profesionales de Bibliotecas Móviles (ACLEBIM), en representación de "todos los profesionales que, a diario, realizan una labor dura pero gratificante, por las carreteras españolas para llevar la lectura allí donde no exista una biblioteca fija".

La Asociación Cultural 'Pizpirigaña', organizadora del Encuentro de Animadores a la Lectura de Arenas de San Pedro (Ávila) cada mes de junio,decidió otorgar el II Premio Literario 'Pep Sempere', en 2008, dotado con un cesto de 50 libros y un canasto con 100 kilos de cerezas, a los trabajadores del Bibliobús Escolar de Zamora.
Este certamen, organizado en memoria del coordinador del Colectivo de Literatura Infantil y Juvenil de Elche, que participó en todas las ediciones de estas jornadas, ha reconocido la labor de de las personas que sacan adelante este servicio público "desde hace 21 años", según ha explicado Federico Martín Nebras, impulsor de 'Pizpirigaña'.

El jurado reunido hoy en Arenas de San Pedro ha optado por los trabajadores del Bibliobús de la Biblioteca Pública del Estado que funciona en Zamora, entre otras "diez experiencias interesantes".
Martín Nebras ha destacado el hecho de que se trate de una biblioteca "especializada en literatura infantil y juvenil", que es impulsada por "escritores, poetas y contadores de historias" por los pueblos de algunas de las zonas "más deprimidas de Zamora, próximas a la Raya con Portugal". Según ha descrito, el Bibliobús Escolar "entra en los patios de las escuelas y hace entrar por las ventanas títeres, mientras los maestros sacan a los niños de las aulas para que puedan asistir a cuentacuentos y escuchar literatura en voz alta". Desde su punto de vista, su labor "no sólo se reduce a dejar libros", sino también a "animar a la lectura", de ahí que el jurado haya optado por esta candidatura, entre la decena presentadas.








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