Día Mundial de la Personas Sordas


El día internacional de las personas sordas nació a propuesta de la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD) en 1951 quien eligió el último domingo de septiembre como fecha. En España dicho día se suele trasladar al viernes o sábado anterior, por lo que habitualmente se celebra el último sábado de septiembre. En cualquier caso la última semana de septiembre, las comunidades sordas del mundo se movilizan para celebrarlo y organizar encuentros y manifestaciones reinvindicativas por la igualdad de derechos y para dar visibilidad social a la discapacidad auditiva.
Se trata de un día de carácter reivindicativo donde las comunidades sordas, las personas sordas de las distintas regiones y países visibilizan su realidad ante el mundo, donde expresan sus demandas en cuestión de derechos y en el cual se pone de relieve la riqueza de la cultura sorda.
Por un mundo más accesible y sin barreras.



En el Día Internacional de las Personas Sordas queremos decirle al mundo quienes somos y cómo somos para que nuestra realidad deje de ser invisible, para que se respeten nuestros derechos, y para  combatir el desconocimiento, la falta de voluntad o los prejuicios sobre nuestro colectivo en general y, sobre las lenguas de signos y quienes las utilizamos.

SOMOS PERSONAS SORDAS, así nos identificamos y así queremos que la sociedad nos reconozca. Tarea difícil cuando la sordera aún se concibe como una limitación. Ni sordomudos ni deficientes auditivos: PERSONAS SORDAS.

Reivindicamos nuestra DIVERSIDAD porque la diversidad, lejos de ser una amenaza, es un factor de progreso. La diferencia no nos limita; no nos da miedo; NOS ENRIQUECE. Los derechos humanos no son cuestión de números o de porcentajes. SOMOS PERSONAS SORDAS que merecemos tener las mismas oportunidades, sin distinción.

SOMOS PERSONAS SORDAS, una comunidad con identidad lingüística y cultural propia que forjamos para responder a una situación de exclusión histórica en el plano educativo, lingüístico, político, económico y cultural. Identidad que, sin duda, ha servido para que tanto en la dimensión individual como en la colectiva, adquiriésemos plena conciencia de nuestras capacidades, superando así la minoría de edad social, y asumiendo plenamente nuestra representatividad como ciudadanas y ciudadanos.

SOMOS PERSONAS SORDAS que unidas en torno a la CNSE, y sus federaciones y asociaciones, hemos contribuido a combatir la incomprensión, a conquistar y hacer valer nuestros derechos, y a forjar una trayectoria que alcanza ya los 80 años. Con valentía, coraje y dedicación. Porque así somos las PERSONAS SORDAS.

Exigimos que se garantice nuestra LIBERTAD en el uso de la lengua de signos, porque además de ser la seña que configura nuestros valores culturales e identitarios, es una lengua de vida que permite el ejercicio de nuestros derechos en IGUALDAD de condiciones. Una lengua que a lo largo de generaciones hemos sacado del ostracismo para convertirla en una lengua de CONVIVENCIA, y no lo olvidemos, en una lengua LEGAL.

SOMOS PERSONAS SORDAS. Y no nos asusta, ni nos avergüenza, ni nos incapacita. No nos exime de nuestros deberes ni resta valor a nuestros derechos. PERSONAS SORDAS CAPACES de ser lo que queramos ser. ¡Nosotras decidimos! Con audífonos, con implantes cocleares, o sin ellos. PERSONAS SORDAS que utilizamos la lengua de signos o no. Y no, no nos escondemos. Y sí, lo queremos todo. Sin barreras de ningún tipo.

SOMOS PERSONAS SORDAS. Conócenos. Escúchanos.



Mil Orejas, Pilar Gutiérrez Llano,Ilustrador: Samuel Castaño Mesa, Libros del Zorro Rojo ,Barcelona, 2015

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