La avispa asiática y el calentamiento global de nuestro Planeta



Mide unos tres centímetros, tiene el tórax negro y la cabeza naranja hasta las mandíbulas. El abdomen es parduzco, con una franja ámbar en el inicio y una mancha del mismo color en la parte más ancha. Las patas, negras, tienen los extremos amarillos.

Llegaron de China en un carguero. Se propagan de forma exponencial. Amenazan el ecosistema y varias muertes por su picadura han alarmado a la población. Así es la lucha contra esta especie invasora.

Son las avispas asiáticas.

El origen de su acomodo en Europa no está claro, pero se cree que hacia 2004 llegó al puerto de Burdeos (Francia) un carguero proveniente de China con una invitada a bordo: una subespecie de avispa asiática reina fecundada. En 2010 la especie cruzó los Pirineos. Los primeros nidos fueron encontrados en Amaiur (Navarra) y en varios puntos de Gipuzkoa, según datos del Gobierno. Dos años después saltó a Galicia, por doble vía: al norte apareció en la localidad costera de Burela, en Lugo, y al sur, en la comarca del Baixo Miño, junto a Portugal, presumiblemente a bordo de sendos camiones cargados con madera. En dos años comenzó la expansión que le ha llevado a colonizar toda la cornisa cantábrica y parte del tercio norte peninsular, en el rural y también en ciudades.




En la prensa leemos esto:

“El primer año, la velutina me mató 43 de mis 85 colmenas. La única manera de controlarla era estar presente todos los días”. Enfundado en su traje, explica las fases por las que ha pasado su estrategia de combate. Primero trató de rociar con veneno a una avispa para que a su vez envenenase por rozamiento a sus compañeras en el nido. Después elaboró trampas caseras, las más usadas por la población rural, botellas de plástico con agujeros milimétricos para que entren las asiáticas y se zambullan en un preparado artesanal y mortal: “Zumo de arándanos, cerveza negra y vino blanco. Luego descubrimos que con un litro de agua, un kilo de azúcar y 20 gramos de levadura de panadería diluida caían igual”. 

Ejemplares muertos del insecto, aún en fase de desarrollo, en el interior del avispero. 
JAVIER AZNAR GONZÁLEZ DE RUEDA



En las aulas de E.Infantil hubo un interesante debate. ¿Qué sabemos de ella? ¿Hemos visto trampas en nuestras huertas y colmenas? ¿Sabéis de alguien a quién le pico?
Resultó un apendizaje sobe algo cercano, práctico y que les motiva enormememnte.












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