Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono








En 1994 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 49/114 "proclama el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, en conmemoración del día en que en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, que se celebrará a partir de 1995".



Se invitó a todos los Estados a que dedicaran ese Día a la promoción de actividades relacionadas con los objetivos del Protocolo y sus enmiendas. La capa de ozono, que es una capa frágil de gas, protege a la Tierra de la parte nociva de los rayos solares, y por consiguiente, ayuda a preservar la vida en el planeta.
La eliminación de los usos controlados de sustancias que agotan el ozono y las reducciones conexas no solo han ayudado a proteger la capa de ozono para la generación actual y las venideras, sino que también han contribuido enormemente a las iniciativas mundiales dirigidas a hacer frente al cambio climático; asimismo, han protegido la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta dañina que llega a la Tierra.
Este año se cumple el trigésimo aniversario del Convenio de Viena para la Protección de la Capa de Ozono; un hito en la protección de esta capa de la atmósfera. 




El ozono es una molécula triatómica (O3), que se encuentra en estado gaseoso en toda la atmósfera terrestre, aunque la mayor parte del ozono se concentra en la denominada capa de ozono, dentro de la estratosfera, entre los 15 y los 30 km de altura.

La capa de ozono preserva la vida sobre el planeta, al actuar como una importante barrera de protección frente a la radiación ultravioleta procedente del sol, ya que el ozono, en condiciones normales, se forma y destruye mediante un conjunto de reacciones químicas que se producen de forma natural reteniendo aproximadamente el 90% de la radiación ultravioleta.

Entre los años 1977 y 1984 se detectó un adelgazamiento de la capa de ozono, producto del aumento de determinados compuestos químicos, que favorecen la destrucción del ozono, que tienen su origen en las actividades humanas. Tras este descubrimiento, en 1985 se firmó el Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono y, en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal para la eliminación de los compuestos químicos originados en las actividades humanas que favorecen la destrucción de la capa de ozono.



Si pinchas en la imagen puedes acceder a una página que explica muy claramente el problema de la capa de ozono.


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